La primera subida se celebró en 1693, siendo Marqués de Moya don José Isidoro López Pacheco, con motivo de una gran sequía que asolaba las tierras del Marquesado de Moya y amenazaba con arruinar los campos de mies. Los moyanos solicitaron se permitiera llevar la imagen de Santa Maria de Tejeda a Moya y allí, rendirle culto durante 9 días.
El 7 de junio de 1639 en las primeras horas de la madrugada partió de Moya la primera comitiva hacia el Santuario de Santa María de Tejeda, distante unos quince kilómetros.
Componían esta peregrinación las primeras autoridades de Moya, religiosas y civiles; durante nueve días se honró a esta venerable imagen día y noche, pidiendo la gracia del agua para las sedientas tierras, “al octavo día llovió siete horas sin cesar, un agua muy suave”. A partir de esta primera “subida” de Santa María de Tejeda a Moya se ha venido repitiendo estas romerías cada siete años, habiéndose quedado con el nombre de SEPTENARIO o SUBIDA estos acontecimientos,no obstante debemos decir que el primer Septenario, debió ser la 2ª subida y no la 1ª.
Moya y el Septenario
La fecha de celebración de los Septenarios comenzó siendo el 7 de junio; por lo menos hasta 1773 siguió celebrándose en este mismo mes, aunque en los años 1730 al 1794 sepamos que la subida de la Virgen de Tejeda no era el 7, sino el 3 de junio.
Más tarde sin saber la fecha exacta, entre 1776 y 1899, ni las causas, la Subida se traslado al mes de septiembre, durante los días 16 al 25, fechas en las que se celebra en la actualidad.
La subida. Todos los amaneceres pueden pareceriguales, sin embargo el 16 de septiembre de cada siete años amanece de forma diferente. Al alba, con las primeras luces del día, en el Santuario de Tejeda, la música despierta a la Virgen: ha comenzado el Septenario.Reunido el Marquesado de Moya, la Virgen, precedida por los danzantes, asoma a las puertas del Santuario, a hombros de las gentes de Garaballa y, una vez en el patio, se realiza” el inventario”, es decir, la relación de joyas y enseres que lucirá la Virgen durante su viaje y estancia en la villa de Moya.
Comenzamos subiendo por la Calle de Santa María, para más tarde coger el camino de Moya. La romería transcurre por las tierras de Garaballa, Landete y Moya.
En la primera parte del trayecto, el rento del Soto (5,3 km.) y de Mijares (7,1 km) –hoy en día, el primero de propiedad privada, y el segundo rento abandonado- rinden homenaje a la Virgen, con sus respectivas mesas.
Intercalada entre ambas encontramos la mesa que separa Garaballa de Landete (6 km.). Es en este punto donde se lleva a cabo el primer relevo, siendo los landeteros(con sus últimas quintas a la cabeza) los encargados de llevar a la Virgen hasta la iglesia de su pueblo, parando previamente en el arco ubicado en la plaza de Nicanor Grande (11 km.).
A primera hora de la tarde reemprendemos el camino hasta llegar a la mesa que delimita los términos de Landete y Moya (13,3 km.). Es derecho adquirido por Santa Cruz de Moya la entrada ysalida a hombros de la Virgen de esta mesa, cediendo a continuación la imagen a los vecinos de los Huertos (14 km.), primera pedanía del municipio de Moya. Se reza una salve. La Virgen ya está de lleno en Moya. El final de la romería está más cerca, y eso se respira en el ambiente. Los Huertos de Moya la despide ofreciéndole a final del pueblo un último descanso, que se hace extensible a los danzantes, agasajándose para que repongan fuerzas, de cara la último esfuerzo hasta llegar al destino final.
Continuamos en el camino y la imagen llevada a hombros por los moyanos, pasa por El Arrabal (16,6 km), la pedanía más cercana a la villa de Moya. Al atardecer, entramos en ese recinto amurallado y lleno de esplendor (18 km.). La única iglesia que sigue en pie, Santa María la Mayor, acogerá a la Virgen, donde será honrada con un novenario y múltiples festejos.
Estas mesas, llamadas “ Mesas de la Virgen”, sirven para que repose la Santa Imagen durante unos minutos, situándola en sentido contrario a la marcha. Como ocurre con los cruceros en otros lugares de nuestra geografía, estas mesas no sólo adornan los caminos de nuestras tierras, sino que son un vivo exponente de fe y amor mariano de los moyanos y pueblos limítrofes por su Virgen de Tejeda.
Hasta el día 26 se realizan diversos actos religiosos (ofrenda, misa mayor...) pero también la subida alberga 10 días de programación cultural y festiva (concursos, competiciones deportivas, verbenas, encierros y corridas de toros...)
El día 26 de septiembre se realiza misa al alba para despedir a la Virgen de Tejeda ya su termino se partirá hacia el Santuario, donde esperará durante otros siete años.